Mi testimonio

En estos últimos años de mi vida he estado comprobando que a nosotros, el pueblo de Dios, nos han estado engañando al darnos un alimento maltratado. Engaño que yo mismo prediqué por 29 años, pero la mejor parte de eso es que pude darme cuenta del engaño tanto escatológico como general en el cual estaba sumido, tanto yo como toda la iglesia.

Acepté a Jesucristo, en mi vida en el año 1.985, y prácticamente, desde el mismo inicio de mi conversión comencé a escudriñar las Escrituras, pero enfocaba mi estudio mas que todo en la escatología. Lamentablemente todos mis maestros eran dispensacionalistas milenaristas, y fue precisamente esta linea de pensamiento la que adopté para mis enseñanzas. No existen preteristas en la iglesia evangélica, que fue donde milité por 32 años. 

Así que no soy un neófito, sé de lo que estoy hablando. 

Habían cosas que no me cuadraban pero no me esforzaba para confrontar esas inconsistencias que encontraba. Me refiero a cruzar y validar las cosas que se tienen como doctrina, contra lo que dicen las Escrituras. Un pequeño ejemplo, el diezmo, se dice que hay que diezmar porque el mismo fue instituido, por Dios, antes de la ley. Pero yo les digo a los defensores del diezmo que también deberían guardar el día sábado porque también este fue instituido, por Dios, antes de la ley. ¿Se dan cuenta? No se puede tomar solo lo que conviene a la ideología denominacional personal.

Así fueron pasando los años, pero fue en el año 2.011, y debido a una crisis de fe, que decidí no posponer más esto. Comencé mi investigación yo solo, por mi propia cuenta. 

A medida que avanzaba comencé a sentir lo que sintió el pueblo de Judá en una época de su vida, así lo registra el profeta Joel: “Ante nuestros ojos nos quitaron la comida, y se acabó la alegría en el templo de nuestro Dios.” (Joel 1:16 – DHH). En la versión RV60 se traduce:  “fue  arrebatado el alimento”. Y en la LBLA: “ha sido suprimido el alimento”. 

Yo sentía que algo había cambiado en el transcurso de la historia cristiana, e inclusive sin aun tener el material recopilado que tengo hoy, había una pequeñísima luz intermitente en lo profundo de mi corazón que me decía que algo no andaba bien con la enseñanza bíblica transmitida en este tiempo, pero especialmente acerca de lo que la Biblia menciona como los tiempos del fin o días postreros, y cuyo estudio se conoce como escatología.

Como lo menciona Joel en estas tres versiones con respecto al alimento, el pueblo de Judá exclamaba: “nos lo quitaron”, “nos lo arrebataron” y “nos lo suprimieron”.  Estas expresiones surgían del pueblo en medio de un suceso trágico que ocurrió entre los años 835 y 805 a.C. Pero, había una sola explicación para eso: ¡El juicio de Dios! Joel añade luego en el capítulo 2: “Y os restituiré los años que comió la oruga, la langosta, el pulgón, y el revoltón; mi grande ejército que envié contra vosotros.” (Joel 2:25 – RV1602). Es increíble pero Dios decretó su juicio sobre Judá, y a causa del pecado de su pueblo infiel, él mismo les envió su gran ejército: una enorme  de plaga de langostas, pulgones y revoltones para que se comiera toda la vegetación. Hasta ese entonces fue la mayor plaga de langostas que barrió la tierra de Judá. Surgió el hambre tanto para los animales como para los hombres.

De manera que así me sentí yo, y por conversaciones que he tenido y que he visto, no solo yo sino también muchos creyentes se sienten así pero están tan cómodos jugando a la iglesia, a la que asisten como si fuera un club.  

Lamento decir que nos fue arrebatada la correcta interpretación de las Escrituras. Para ninguna interpretación de textos se utiliza la exégesis. Nos arrebataron el alimento sano que alimenta el espíritu. ¿Qué es lo que está pasando? Nos armaron una trampa y caímos en ella, sin investigar siquiera lo que nos enseñan los maestros y lo que sale de los púlpitos. Lo que pasa es que simplemente nos “comemos” todo lo que nos dan.

Actualmente tenemos un escenario parecido al de Judá pero con otros ingredientes. Por ejemplo: Nos han enseñado que de las 70 semanas mencionadas en Daniel capitulo 9, la semana 70, la última, aun no se ha cumplido y que tendrá su cumplimiento al terminar el inexistente “paréntesis” donde según los dispensacionalistas, Dios metió a la iglesia. Dicen ellos que cuando la iglesia sea “raptada” inmediatamente comenzará la semana 70, y en un período de 7 años se hará efectivo gran parte del libro de Apocalipsis, el Anticristo se manifestará, vendrá la Gran Tribulación, y al finalizar esa semana 70 sucederá la Segunda Venida de Cristo.

Eso es un tamaño error, y se puede decir que esa forma de interpretación es una herejía. Escudriñe bien las Escrituras, y si mientras lo hace, usted se saca "el chip" de lo aprendido, le aseguro que poco a poco y a medida que avance se le irá cayendo el “velo” que le ha sido colocado a través de las enseñanzas que ha recibido. Y, diré que no es que los maestros lo hacen sabiendo que están errados. ¡No! La mayoría de ellos ni siquiera sabe que sus enseñanzas están erradas, porque al igual que yo cuando enseñaba esas mismas cosas, creía que estaba enseñando correctamente la escatología, pero lamentablemente hoy, me doy cuenta que enseñaba herejías. Durante muchísimo tiempo enseñé las mismas cosas que ahora hoy combato.

Pasé un año entero con la pura Biblia, luego en el año 2.012 decidí que era tiempo de entrar a internet a buscar y cruzar mis notas. Guaooooo, era la palabra que a cada momento decía. ¡No estoy loco!. Tenía razón, la semana setenta fue cumplida, el Apocalipsis es una gran metáfora cuya trama principal es la terminación de un pacto, la destrucción de Jerusalén, de su templo, y de la instauración de la iglesia plena.

En mi estudio personal que realizo, abarco todos los pasajes bíblicos y libros que hablen acerca de los tiempos del fin, pero principalmente de Daniel, Apocalipsis, y Mateo 23, 24 y 25, y sin dejar de lado sucesos y palabras de Abraham, Moisés, Jeremías, Isaías, Zacarías, Joel, y hasta del mismo Jesús, Pablo, Pedro y Juan el bautista. Toco el tema de las 70 semanas, el juicio y la destrucción de Jerusalén y su templo, el rechazo de los judíos al reino de Dios, y el reemplazo de Israel por la iglesia, el Cuerpo de Cristo.

He acoplado varias versiones de la Biblia (no solo la Reina-Valera del año 1960 como me enseñaron equivocadamente). Uso comentarios bíblicos, referencias, diccionarios, libros de varios autores, y estudios tomados de la biblioteca más grande del mundo, el internet. Este último es un instrumento excelente y si se usa de una forma disciplinada se le saca muchísimo provecho. La mayor cantidad de imágenes y cuadros las he tomado de internet, aparte de las que he tomado y he hecho por mi propia cuenta.

Debo decir que muchísimas veces leía porciones bíblicas acerca del tiempo del fin en la versión  de la RVR1960, una vez tras otra pero había algo que no me cuadraba. Me quedaban incógnitas. Habían cosas que no me quedaban claras, hasta que obtuve varias versiones de la Biblia. Luego, con mucho esfuerzo, elaboré un ensayo aparte sobre este tema. Fui separando frase por frase, una versión tras otra, y luego las fui entremezclando entre ellas y seleccionando. Pero también obtuve una Reina Valera de Revisión del 1602 que es la que generalmente uso para las citas básicas, y luego, si es necesario, las refuerzo con distintas versiones. Pienso que la Reina Valera del año 1960 tiene la levadura del dispensacionalismo milenarista, ya que este surgió en el año 1.830 con John Nelson Darby.

El año 2.014 marcó mi salida definitiva de las paredes de la iglesia denominacional, ya que sigo insertado en la iglesia como cuerpo de Cristo. La causa de mi salida es obvia, por mi linea preterista definida.

En el año 2.016, con la ayuda de varios colaboradores de varios países comencé el proyecto de la Revista "A la luz de la verdad". Proyecto que, por motivos ajenos a mi voluntad, fue y aún sigue pausado.

¡Bendiciones!

Diac González

 Maturín, Edo. Monagas, Venezuela